...Ya en los años 50 del pasado siglo existían psicoanalistas en Cuba. Muchos de ellos mantuvieron su práctica, otros emigraron del país o a otras prácticas psi, imperantes luego del triunfo de la revolución cubana en 1959.
Desde entonces, ha habido personas interesadas por el psicoanálisis en Cuba. Psicoanalistas extranjeros que vivían o visitaban el país compartían su saber y por años se promovieron encuentros entre psicoanalistas y psicólogos de orientación marxista auspiciados por la Facultad de Psicología. A pesar de que se adolecía de una formación en psicoanálisis, siempre hubo como ahora, personas interesadas.
La práctica (...) es fruto de analistas practicantes y en formación, orientados desde el psicoanálisis lacaniano. Plasma nuestra experiencia en y para la ciudad, resultante de una transferencia de trabajo hacia el Psicoanálisis y la Escuela en la cual nos formamos (...) en la existencia de lo que hoy llamamos la Delegación de la Nueva Escuela Lacaniana en la Habana (NEL-Delegación La Habana). Muchos de ellos hoy se integran a la Sección de Psicoanálisis Lacaniano de la Sociedad Cubana de Psicología.
La actual NEL-Delegación La Habana, perteneciente a la Asociación Mundial de Psicoanálisis, fue fundada en el 2002 y está integrada por psicólogos y psiquiatras. Nuestros antecedentes se remontan al año 1989, cuando un grupo de psicólogos y estudiantes de Psicología nos acercamos a una psicoanalista argentina llamada Eve Rabinowicz, que estuvo unos años residiendo en Cuba. Ella nos introdujo en el saber construido por Freud, “Padre del Psicoanálisis”, a partir de la práctica clínica. Asimismo, nos inició en la primera enseñanza del psicoanalista francés Jacques Lacan quien dejó una impronta de saber, que, anticipado a su época, constituye una brújula para emprender el análisis social, tanto como la práctica clínica del siglo XXI. (...) No por complacencia, el propio Lacan se consideraba un “freudiano”.
Este grupo de psicólogos iniciado en el 1989 continuó nutriéndose de estudiantes, profesionales e intelectuales interesados por el psicoanálisis.
Muchos de sus integrantes, por momentos estudiaban e intentaba formarse como psicoanalistas, mayoritariamente, para poder aprehender un saber-hacer en la práctica clínica. Otros se acercaban por pura curiosidad o coqueteo con el psicoanálisis desde otros saberes. En 1991, con la salida de Cuba de Eve Rabinowicz, quedamos con el deseo de continuar. El establecimiento de lazos y relaciones con Judith Miller, la propia hija de Lacan, nos permitió un empuje y sostén nunca imaginados, que devino en quehacer investigativo y una práctica clínica adoptada por muchos años, siempre en singular. Esto requirió del sostenimiento de una transferencia de trabajo con innumerables psicoanalistas de Venezuela, Argentina y Francia, fundamentalmente. Se favoreció así una formación que incluía el análisis personal, control de casos clínicos y formación teórica con psicoanalistas.
De Grupo de Estudios Psicoanalíticos de la Habana (GEPH) asociado a la Escuela del Campo Freudiano de Caracas pasamos a ser una delegación de la Nueva Escuela Lacaniana, cuando en el año 2000 se constituía la “NEL en formación”. Preámbulo de un recorrido necesario para que “algo sea fundado” no como simple estimulo-respuesta; sí como “trabajo en causa”. Muchos de sus integrantes, junto a estudiantes e interesados en el saber psicoanalítico desde un enfoque lacaniano, fundamos, además en el 2005, la Sección de Psicoanálisis Lacaniano de la Sociedad Cubana de Psicología, espacio que nos permite trabajar también cada semana, en los temas de actualidad, sobre la clínica, los síntomas de la “hipermodernidad”, los fenómenos sociales, propios de una época que “ya no es la de antes”.
Este es un siglo que nos impone nuevos retos tanto sociales como en los abordajes de las subjetividades. El psicoanálisis es uno de los discursos que asume ese reto y se reinventa para estar a la altura de su tiempo, en la peculiaridad de su contexto.
Desde entonces, ha habido personas interesadas por el psicoanálisis en Cuba. Psicoanalistas extranjeros que vivían o visitaban el país compartían su saber y por años se promovieron encuentros entre psicoanalistas y psicólogos de orientación marxista auspiciados por la Facultad de Psicología. A pesar de que se adolecía de una formación en psicoanálisis, siempre hubo como ahora, personas interesadas.
La práctica (...) es fruto de analistas practicantes y en formación, orientados desde el psicoanálisis lacaniano. Plasma nuestra experiencia en y para la ciudad, resultante de una transferencia de trabajo hacia el Psicoanálisis y la Escuela en la cual nos formamos (...) en la existencia de lo que hoy llamamos la Delegación de la Nueva Escuela Lacaniana en la Habana (NEL-Delegación La Habana). Muchos de ellos hoy se integran a la Sección de Psicoanálisis Lacaniano de la Sociedad Cubana de Psicología.
La actual NEL-Delegación La Habana, perteneciente a la Asociación Mundial de Psicoanálisis, fue fundada en el 2002 y está integrada por psicólogos y psiquiatras. Nuestros antecedentes se remontan al año 1989, cuando un grupo de psicólogos y estudiantes de Psicología nos acercamos a una psicoanalista argentina llamada Eve Rabinowicz, que estuvo unos años residiendo en Cuba. Ella nos introdujo en el saber construido por Freud, “Padre del Psicoanálisis”, a partir de la práctica clínica. Asimismo, nos inició en la primera enseñanza del psicoanalista francés Jacques Lacan quien dejó una impronta de saber, que, anticipado a su época, constituye una brújula para emprender el análisis social, tanto como la práctica clínica del siglo XXI. (...) No por complacencia, el propio Lacan se consideraba un “freudiano”.
Este grupo de psicólogos iniciado en el 1989 continuó nutriéndose de estudiantes, profesionales e intelectuales interesados por el psicoanálisis.
Muchos de sus integrantes, por momentos estudiaban e intentaba formarse como psicoanalistas, mayoritariamente, para poder aprehender un saber-hacer en la práctica clínica. Otros se acercaban por pura curiosidad o coqueteo con el psicoanálisis desde otros saberes. En 1991, con la salida de Cuba de Eve Rabinowicz, quedamos con el deseo de continuar. El establecimiento de lazos y relaciones con Judith Miller, la propia hija de Lacan, nos permitió un empuje y sostén nunca imaginados, que devino en quehacer investigativo y una práctica clínica adoptada por muchos años, siempre en singular. Esto requirió del sostenimiento de una transferencia de trabajo con innumerables psicoanalistas de Venezuela, Argentina y Francia, fundamentalmente. Se favoreció así una formación que incluía el análisis personal, control de casos clínicos y formación teórica con psicoanalistas.
De Grupo de Estudios Psicoanalíticos de la Habana (GEPH) asociado a la Escuela del Campo Freudiano de Caracas pasamos a ser una delegación de la Nueva Escuela Lacaniana, cuando en el año 2000 se constituía la “NEL en formación”. Preámbulo de un recorrido necesario para que “algo sea fundado” no como simple estimulo-respuesta; sí como “trabajo en causa”. Muchos de sus integrantes, junto a estudiantes e interesados en el saber psicoanalítico desde un enfoque lacaniano, fundamos, además en el 2005, la Sección de Psicoanálisis Lacaniano de la Sociedad Cubana de Psicología, espacio que nos permite trabajar también cada semana, en los temas de actualidad, sobre la clínica, los síntomas de la “hipermodernidad”, los fenómenos sociales, propios de una época que “ya no es la de antes”.
Este es un siglo que nos impone nuevos retos tanto sociales como en los abordajes de las subjetividades. El psicoanálisis es uno de los discursos que asume ese reto y se reinventa para estar a la altura de su tiempo, en la peculiaridad de su contexto.
Tomado del libro: Psicoanálisis en Cuba. Invención ante lo
real. Colectivo de autores (2017). Editorial Científico-Técnica. La Habana,
Cuba.
Redacción: Maritza
Bernia y Mariela Rodríguez (Miembros de la Delegación de La Habana de la NEL)