Resonancia que se reseña. La formación del analista como preliminar a la construcción del caso clínico. Seminario a cargo de Marcela Almanza.

Por: Mariela Rodríguez (Miembro de la NEL y de la AMP)

En un calidísimo encuentro con Marcela Almanza, actual presidenta de la NEL, quien tenía a su cargo animar el trabajo de la Escuela Una en nuestra ciudad, terminamos mayo e iniciamos junio.

Comenzamos con una conferencia pública en la facultad de psicología de la Universidad de la Habana en torno al tema del IX ENAPOL “Odio, cólera e indignación: desafíos para el psicoanálisis”.Oportunidad para introducir en el campo social el carácter éxtimo de pasiones y afectos,  exacerbados en la época actual de empuje al goce, segregación y pluralidad de Nombres del Padre. Desafío para el psicoanálisis y el analista quien con su presencia ha de favorecer el “bien decir” en torno a ese modo singular de goce y arreglos sintomáticos posibles de un analizante que ama, odia, se encoleriza, se indigna.

En el seminario: “La formación del analista como preliminar a la construcción del caso clínico” se apostaba al enlazado posible entre episteme, clínica y política en el trabajo de la Escuela,  inspirada en el Lacan que encontró su modo singular de ser freudiano.

¿Qué es un analista? ¿Cómo se forma? ¿Cómo repercute su formación en su práctica y viceversa? ¿Qué saber? ¿Cuál es la función de la Escuela en la formación del analista?

Cada cuestión tiene una respuesta paradójica y precisa. Elucubrar saber sobre lo que es un analista solo es posible en tanto se bordea el lugar del agujero, para dar  cabida a la creación,  la invención, la poesía según los márgenes de la época, el caso por caso, el psicoanálisis mismo. Sin estándar pero sin ceder ante lo real en juego: primer principio de la política lacaniana.

Nos recordó Marcela,  que la formación del analista, siguiendo a  Lacan, es la del inconsciente, la que se alcanza a partir de un análisis personal. De ahí, que todo análisis sea didáctico y por consecuencia, resulte  vital esa construcción del caso que se privilegia en la Escuela del Pase; donde el esfuerzo por “bien decir” sobre la experiencia, ha de movilizar la formación a partir de sus resonancia en la Escuela.  Saber no-todo,  del inconsciente, del síntoma, del ser hablante, de la Escuela, del psicoanálisis. Respuestas posibles para la formación del psicoanalista y la existencia del psicoanálisis mismo.

Esclarecedoras fueron las presentaciones clínicas, comentadas por Marcela Almanza, con puntuaciones precisas.  Se agradeció el trabajo de Mayra Alonso, Yanet Morejón, Gabriel George y Mariela Rodríguez en exposiciones que permitieron discutir una vez  más de temas como las entrevistas preliminares, la definición de un caso clínico, las peculiaridades de la transferencia y la necesaria intervención del analista que apunte a lo real del goce.

La práctica clínica entonces debe alojar lo íntimo del caso, orientarse por lo inclasificable de su goce, introducir la contingencia para rescatar al sujeto que e-xiste más allá de las clases; sin desconocer la pertinencia de las categorías diagnósticas en el curso de la experiencia, más útiles aun cuando se advierte que son semblantes.  

Apuntar a ese estilo sintomático del caso, del analista, de la Escuela no es posible sin una orientación política en lazo con la formación epistémica y la experiencia analítica bajo transferencia. Extensión, Intensión y Política tuvieron otra oportunidad de hacer lazo en el encuentro institucional de Marcela en posición analítica con los miembros y asociados.  Se hizo existir al sujeto que es NEL-Delegación La Habana. Posibilidad de subjetivar nuestra experiencia “sintomática”.  

Con las intervenciones de Almanza, quedamos animados al trabajo, construyendo mejores modos de encarnar “sinthomáticamente”, las funciones de la Escuela en la formación del analista, en la ciudad y la reinvención de un psicoanálisis que no cede ante lo real en juego en la experiencia, la Escuela y su entorno.

Agradecemos a Marcela su escucha analítica en los espacios de control,  entrevistas y encuentros diversos. Cuéntese la invitación al retorno, entre los efectos de su visita.