Reseña de la Jornada Clínica “Los usos de los sueños en la práctica lacaniana”.

Por: Yanet Morejón Hernández (Asociada NEL-Delegación La Habana)

El pasado viernes 17 de enero tuvo lugar la Jornada Clínica “Los usos de los sueños en la práctica lacaniana” en la Casa Museo Simón Bolívar cita en la Habana Vieja. Bajo la responsabilidad de Maritza Bernia y Dennis Ramírez (Miembros de la NEL-Delegación La Habana y de la AMP), el comentario a cargo de Gabriel George (Miembro de la NEL-Delegación La Habana y de la AMP) y la moderación por Yanet Morejón (Asociada de la NEL-Delegación La Habana), el espacio contó con cinco presentaciones de casos clínicos distribuidos en dos mesas.

A propósito del tema del Congreso de la AMP —“El sueño. Su interpretación y su uso en la cura lacaniana”— a celebrarse en abril de este año, la jornada estuvo convocada a dar cuenta del sueño y su uso en singular, del detalle a lo que eso remite en cada caso clínico.   

Luego de las palabras de bienvenida y apertura de Maritza Bernia, la primera mesa estuvo integrada por Dalia Virgilí (egresada del ICdBA) y Mayra Alonso (Asociada de la NEL-Delegación La Habana).

Las viñetas presentadas por Dalia permiten ubicar a partir de dos sueños, en dos casos, dos posibles usos para la interpretación. Un caso de neurosis en el que una interpretación significante sobre el sueño traído por el analizante, permite localizar su posición de goce. Otro caso de psicosis que muestra el riesgo y la posible desestabilización a partir de los sueños. Es allí donde la analista lee lo que el sueño no dice para situar y solidificar un borde necesario para el sujeto, en esta clínica del detalle. El caso presentado por Mayra enseña sobre un tipo de sueño en la psicosis en el que se articulan los elementos del delirio del paciente. Ello produce una tranquilidad muy importante ante la angustia psicótica. La analista puntúa el detalle que vivifica, localiza la interpretación que ya es hecha por la paciente, en este caso, en forma de sueño.  

En la segunda mesa de esta jornada las presentaciones estuvieron a cargo de Dennis Ramírez y Maritza Bernia (Miembros de la NEL-Delegación La Habana y de la AMP) y Raúl Sabbagh-Mancilla (Amigo de la NEL-México).

Dennis presenta un caso de psicosis en el que se muestra, una vez instalada la transferencia como sostén, la posibilidad de soñar con un cuerpo agujereado. Pasa de lo real insoportable de su cuerpo y sus experiencias devastadoras, a contar lo que ella nombra sus sueños locos.

Un sueño incómodo —al decir de este sujeto—. Este es un caso de neurosis presentado por Raúl. El comentario del caso destaca la función de metabolización de un goce, haciendo alusión a Freud y lo que puede ser leído en un sueño por el analista. Este sueño permite al sujeto el alivio de un malestar y la decisión de moverse ante sus inhibiciones.

Por último, Maritza comparte su construcción de caso de un adolescente para quien su vida transcurre conectado a un videojuego preferido, no cualquiera, debe decirse. Su sueño relatado es lo mismo: juega y una frase que repite, ¿seguro que quieres salir? Esta pregunta en el sueño del sujeto abrió el debate entre los asistentes. Su única nominación, voz extranjera y, el artificio de la escritura, permiten por el momento cierto anudamiento. La relación con el Otro que lo devora, aparece también en su sueño, detalle que permite la posibilidad al tratamiento en la clínica de orientación lacaniana.

El debate suscitado dejó resonancias sobre ejes importantes, tanto epistémicos como prácticos acerca de la clínica lacaniana y el trabajo con los sueños. Queda la pregunta por la diferencia entre funciones y usos del sueño. También se apunta a tener en cuenta la distinción entre aquello que el sueño quiere decir, lo que quiere el soñante al decir eso y qué es lo que, al decir, eso quiere, eso goza.

La necesidad de tomar el sueño en singular es imperante en una clínica donde el detalle habla por sí solo. Pero este detalle requiere ser puntuado, intervenido, interpretado por un analista capaz de leer aquello que horroriza o tranquiliza al propio paciente. Siempre en un lazo transferencial que dé cabida a esta lectura en tratamiento o cura analítica.